Una vez que concluya la jornada de sana distancia, el reto será encontrar medidas para hacer que el espacio público vuelva a ser vibrante después de este distanciamiento social, afirmó Carina Arvizu Machado, subsecretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), al participar en el Ciclo de conversatorios y reuniones virtuales «Contingencia Covid-19: aprendizajes para el territorio», organizado en coordinación con ONU-Hábitat.
“Tenemos que encontrar respuestas creativas e innovadoras, en el corto plazo, que permitan brindar bienestar a todas las personas. Momentos como los de hoy nos hacen darnos cuenta de que los modelos de ciudades que hemos desarrollado acrecientan las asimetrías socioeconómicas y territoriales; quienes menos tienen son quienes más padecen el día de hoy este distanciamiento social por las largas distancias que tienen que recorrer y porque además, el espacio público en muchos lugares es inexistente o es muy reducido y violento”, detalló.
En el marco del conversatorio titulado “Vida pública: cuando el espacio público se debe quedar vacío por nuestra salud”, Dolores Franco, directora general de Desarrollo Urbano y Vivienda, de Sedatu, explicó que los espacios públicos construyen salud en tres planos: físico, mental y emocional.
“Desde la Sedatu reconocemos que los espacios públicos son la columna vertebral de la ciudad compacta; la columna vertebral con la cual vamos a consolidar territorios, ciudades y asentamientos sustentables. En el escenario poscovid, la Sedatu tiene muy claro -y el secretario Román Meyer Falcón lo ha planteado así- se tendrá que transitar a la revalorización y posicionamiento de la importancia de los espacios públicos, de ahí el incremento en la inversión del Programa de Mejoramiento Urbano. Los espacios públicos son generadores de salud y un derecho humano”, subrayó.
En su intervención, Javier Torner, coordinador de la iniciativa del Laboratorio Urbano en ONU-Hábitat México, subrayó que el espacio público no solo fomenta la cohesión social; sino también la actividad física, importante para prevenir otras enfermedades y fomentar la salud.
“El espacio público es el eje vertebral, pero el espacio privado es también necesario y la calidad de la vivienda se ha puesto en evidencia; en algunos casos, hemos visto la falta de algunas cosas. Es importante entender la esencia de cada espacio público, porque la respuesta debe ser individualizada para cada uno de ellos”, explicó.
En tanto, Aldo González, analista de Programas y Proyectos en ONU-Hábitat México habló de la importancia de revalorar las infraestructuras sociales en las actividades cotidianas; “una política pública para el fomento de la interacción social, debe comenzar por recuperar una escala humana de sus barrios con entornos próximos a los que el peatón tenga una clara preferencia y que cuente con una variedad de equipamientos para el fomento de la actividad pública”.
En el conversatorio también participaron Elisa Meza, analista de Programas y Proyectos en ONU-Hábitat México y José Chong, planificador urbano en el Programa Global de Espacios Públicos de la misma organización.