Debido a que en el sector proveedor menor del ramo de la construcción se realizan transacciones crediticias de manera informal en las que no se integran debidamente expedientes, suele ocurrir que los deudores no correspondan a la confianza que les otorgan mediante créditos por mercancía.
La especialista en derecho mercantil, Lic. Alma Karina Félix Ortiz, puso como ejemplo a un ferretero que tiene varios clientes que son pequeños contratistas, con los que sostiene una buena relación, uno con más de seis años de conocerlo y tenerlo como cliente, quien al inicio de cada semana solicitaba materiales y los sábados pasaba a pagar.
En este caso, prosiguió, el ferretero no cuenta con contratos, ni formularios, el trato que tiene con sus clientes se basa en la confianza. Un sábado el contratista de más de seis años de conocerlo, le comenta que la constructora no pagó y es de donde sale para pagarle, pero que sin falta el próximo sábado tiene el pago del material que sacó y del que se llevará el lunes; pasan los días, los meses y se dio cuenta que perdió al cliente, al amigo y el dinero, a pesar de tanto tiempo no sabía dónde vivía, no tenía su nombre completo, no conocía donde era la obra.
“Este ejemplo muestra la informalidad con que la gente trabaja, no se tiene nada integrado, ni certeza de ningún tipo, al no tener ningún dato completo de su cliente; el crédito se basa en la confianza, pero la confianza se sustenta en un expediente bien armado e integrado de fondo y forma, confiar a ciegas es un grave error en los negocios”, abundó.
Ante este panorama, recomendó que cuando se inicie una relación comercial, las empresas involucradas deben hacer un análisis que permita conocer si el cliente es sujeto a crédito y si el proveedor tiene la capacidad de otorgar los productos o servicios que le soliciten.
La también directora del despacho AJM Consultoría, puntualizó que en el caso del proveedor, por pequeña que sea la empresa, debe contar con un formato de solicitud de crédito donde el cliente indique todos sus datos, así mismo verificar que sea real.
Igualmente, apuntó que también es importante conocer su situación patrimonial solicitando un reporte del registro público de la propiedad para conocer si cuenta propiedades para hacer frente a una situación inesperada, así como un reporte del Buró de Crédito para conocer el comportamiento crediticio del cliente y contar con referencias comerciales que sean útiles para el análisis.
Explicó que si la conclusión del análisis es positiva se deberán integrar al expediente comprobantes de domicilio, identificaciones, firma del contrato, firma del protocolo, formato donde indique quienes son las personas autorizadas para solicitar mercancía a crédito donde estén registradas sus firmas.
“En resumen los actos y transacciones comerciales deben ser de buena Fe, pero la buena fe y la confianza debe estar respaldada, sustentada e integrada en un buen expediente”, concluyó la especialista.