Por primera vez en la entidad se simuló un sismo con epicentro en Tijuana, una evacuación por tsunami y se activó la alerta de prueba en teléfonos móviles
Más de 748 mil personas en todo el estado participaron este 19 de septiembre en el Segundo Simulacro Nacional 2025, que en Baja California se realizó con dos ejercicios: un sismo con epicentro en Tijuana y una evacuación por tsunami en la zona costera.
En representación del Secretario General de Gobierno, Alfredo Álvarez Cárdenas, el Coordinador Estatal de Protección Civil, Salvador Cervantes Hernández, encabezó la jornada y destacó la relevancia de este ejercicio que, por primera vez en la historia de la entidad, incluyó tres novedades: la hipótesis de un sismo en Tijuana, la evacuación por tsunami y la activación de una alerta de prueba en teléfonos móviles a través de la Red Nacional de Alertamiento.
Cervantes Hernández indicó que estas acciones forman parte del compromiso de la Gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, impulsado por el Secretario Álvarez Cárdenas, con la prevención y la seguridad ciudadana: “El simulacro confirma que cuando autoridades y sociedad trabajan de manera conjunta, se generan mejores condiciones de seguridad y capacidad de respuesta para todas y todos”, señaló.
El primer simulacro se efectuó a las 11:00 horas con la hipótesis de un sismo de magnitud 7.2 a 66 kilómetros al oeste de Playas de Tijuana, en el que participaron 410,600 ciudadanos registrados en la plataforma, 335 mil estudiantes de más de 3 mil planteles de educación básica, media superior y superior, así como 2,676 servidores, 532 usuarios y 918 brigadas, sumando un total de 748 mil participantes.
Posteriormente, a las 12:00 horas, se llevó a cabo el ejercicio de evacuación por tsunami con la hipótesis de un sismo de magnitud 9.2 frente a Japón, que detonó la alerta para el Pacífico. En este segundo simulacro fueron evacuadas 380 personas en las playas de Tijuana, Playas de Rosarito, Ensenada y San Quintín.
Finalmente, el titular de la Coordinación Estatal subrayó que la cultura de la prevención requiere la suma de esfuerzos y el trabajo conjunto con instituciones académicas, organismos nacionales y autoridades locales, al tratarse de ejercicios que permiten medir rutas, tiempos y protocolos de comunicación para mejorar la capacidad de respuesta en caso de emergencias reales.
