Buscan convertir a la aduana de Tijuana en un modelo de modernización y eficiencia para el resto del país
Con el fin de modernizar y agilizar el cruce de carga en la frontera entre Tijuana y San Isidro, el gobierno federal, en colaboración con Admicarga, inició la construcción de un nuevo puerto ferroviario de exportación, a través del ferrocarril operado por la empresa Baja Railroad.
Durante la ceremonia de arranque de los trabajos que iniciaron este martes 12 de noviembre en las instalaciones de la Estación Tijuana, el director general de Admicarga, Antonio Otáñez explicó que esta obra, administrada por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), busca convertir a la aduana de Tijuana en un modelo de modernización y eficiencia para el resto del país.
«Este puerto ferroviario de exportación representa un parteaguas para la industria y el comercio en la frontera norte. Durante el último año, sostuvimos más de 30 reuniones de trabajo para concretar la modernización de este puerto y lograr compromisos con potenciales clientes”, expuso.
En ese sentido, destacó que hoy se puede decir que con solo cinco clientes iniciales estimamos mover una carga valuada en más de 641 millones de dólares, una vez que se concreten las obras.
Detalló que el proyecto contempla la instalación de tecnología avanzada, como sistemas de rayos X, para la revisión rápida y precisa de las unidades ferroviarias durante los procesos de importación y exportación.
Además, Antonio Otáñez afirmó que estas mejoras no solo beneficiarán la economía, sino también el medio ambiente, pues la operación del puerto ferroviario reducirá la carga vehicular en la frontera, evitando que 20,800 camiones de carga al año emitan contaminantes al medio ambiente.
Lo anterior equivale a un ahorro de 700,000 galones de diésel y a la eliminación de 7,650 toneladas anuales de CO2, precisó.
El director general de Admicarga agregó que la empresa Rapiscan será la encargada de realizar las obras en un periodo estimado de seis a ocho meses, con jornadas matutinas y vespertinas.
Por su parte el director general de la empresa Baja Railroad, Roberto Romandia Tamayo, mencionó que la expectativa es que este puerto también atraiga inversión extranjera en la región, promoviendo la instalación de fábricas de manufactura y fortaleciendo los tratados comerciales con Estados Unidos y Canadá.
Expresó su optimismo respecto al impacto de este proyecto en la economía local y su potencial de replicación, ya que “nuestra visión es que Tijuana sea el modelo para la modernización de aduanas en todo México”.
Por último, Romandia Tamayo afirmó que este proyecto ayudará a consolidar a Baja California como un punto estratégico para el comercio internacional y un ejemplo en la gestión de cruce fronterizo”.
La ceremonia contó con la participación del Teniente Coronel, Alejandro Eugenio Robles Segura, Administrador de Aduanas Tijuana y de Felipe Guerra, Director General de Rapiscan.