Artículo tomado de: The Voice of San Diego
Información de: Mackenzie Elmer
Estamos dejando que millones de galones de agua del río Tijuana contaminada con aguas residuales se desperdicien arrojándola al Océano Pacífico.
Esa es la opinión de dos fuerzas competitivas, una de Estados Unidos y otra de México, que están reconsiderando el problema más antiguo y sucio de la región, imaginándolo en cambio como una oportunidad para hacer dinero.
«¿Por qué lo tirarías cuando puedes venderlo?» dijo Kurt Tetzlaff, presidente de WinWerks, una empresa con sede en San Diego que presentó un proyecto de reciclaje de aguas residuales del río Tijuana este mes a la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), un organismo internacional que ejecuta los tratados relacionados con la frontera y el agua entre Estados Unidos y México.
La comisión opera una planta de tratamiento en South Bay que supuestamente captura y limpia el afluente del río Tijuana a medida que se derrama sobre la frontera. Sin lugar a dudas, las fuertes lluvias que azotan el lado de México arrojan mucha más agua y aguas residuales al río de la que puede soportar la planta de South Bay.
Ésa es la situación en la que WinWerks participaría. Tetzlaff propuso capturar esa agua, tratarla y revenderla a las empresas de servicios públicos del sur de California, que están desesperadas por obtener más suministros locales.
El sur de California no tiene suficientes fuentes de agua dulce para empezar. En su lugar, lo bombeamos desde el río Colorado y Sierra Nevada a precios elevados. A medida que el cambio climático hace que esas fuentes sean menos confiables, los municipios como la ciudad de San Diego están tratando de desarrollar sus propios recursos reutilizando las aguas residuales. San Diego planea gastar $ 3.5 mil millones en un proyecto para reutilizar sus propias aguas residuales, llamado Pure Water, que se supone que proporcionará un tercio de las necesidades de agua potable del municipio para 2035.
¿Por qué no podríamos hacer lo mismo con el Río Tijuana ?, dijo Tetzlaff.
WinWerks construiría un conjunto adicional de instalaciones de tratamiento en una propiedad infrautilizada justo al lado de la planta de South Bay. Luego, utilizando una ciencia centenaria llamada electrocoagulación, trate el agua que de otra manera arrojaríamos al océano.
La electrocoagulación es un proceso que expulsa a los patógenos del agua utilizando pequeñas cantidades de electricidad, que separa las cosas brutas de la molécula de agua pura. Las microalgas agregadas pueden engullir las grasas y los aceites, y los filtros finos tamizan la otra basura mala.
“Podemos hacer que el agua sea tan limpia como ellos quieran, hasta los estándares de agua potable”, dijo Tetzlaff.
El proceso podría eliminar muchos de los contaminantes descubiertos en la cuenca durante un estudio conjunto de la calidad del agua entre las agencias de agua de Estados Unidos y México, dijo Tetzlaff. Eso incluye metales pesados, materiales radiactivos, coliformes y fosfatos.
Un estudio de marzo del Banco Mundial muestra que el 80 por ciento de las aguas residuales del mundo se liberan al medio ambiente sin el tratamiento adecuado. Las empresas de otros países ya están reduciendo los costos de operación al reutilizar el gas o los biosólidos generados por las aguas residuales. Pero la empresa de Tetzlaff quiere poseer el agua y venderla.
Tetzlaff espera forjar una asociación público-privada con una agencia gubernamental que trabaje en el problema y quizás una parte de los $ 300 millones que la administración Trump le dio a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos para solucionar el problema de las aguas residuales del río Tijuana. El viernes, la EPA actualizará al público sobre su proceso para diseñar una solución.
«Lo que estamos sugiriendo que la EPA de ninguna manera ha estado de acuerdo o en desacuerdo», dijo Tetzlaff.
Tetzlaff apuesta que se pueden ganar decenas de millones reutilizando esas aguas residuales. Pero el costo de la electrocoagulación y sus instalaciones, dice, sería más barato que construir una planta de tratamiento de ladrillo y mortero completamente nueva para agregar capacidad a la planta de South Bay.
La electrocoagulación podría agregar de 25 a 60 millones de galones diarios de agua más limpia a las necesidades de la región, estimó.
Todos en el sur de California están preocupados por obtener más suministros de agua controlados localmente. En este momento, el condado de San Diego tiene que pagar al Distrito Metropolitano de Agua con sede en Los Ángeles por el agua del río Colorado, la principal fuente de agua para la región de San Diego. En cambio, algunos administradores de agua de San Diego quieren construir su propia tubería de $ 5 mil millones hacia el río Colorado , pero ese plan no traerá una caída más en el suministro a la región.
“Nuestras cifras iniciales muestran que sería más barato que el costo actual… de obtener agua potable del río Colorado”, dijo Tetzlaff.
¿Una solución mexicana?
Pero hay otro jugador en el lado mexicano de la frontera que tiene la mira puesta en esas aguas residuales.
Comice, un conglomerado de ingenieros, contratistas y expertos en negocios con sede en Tijuana, también propuso un proyecto de reciclaje de agua a la Comisión Internacional de Límites y Aguas. Su plan agregaría una planta de purificación de aguas residuales a la red de Tijuana más abajo en la cuenca del lado mexicano.
Comice propone una red de reciclaje de aguas residuales del río Tijuana. Las plantas resaltadas con un círculo amarillo indican las nuevas adiciones propuestas al sistema de aguas residuales de Tijuana. / Imagen cortesía de Comice
De acuerdo a una presentación de Comice a la CILA hecha el pasado 27 de octubre, se podría construir una nueva estación de bombeo cerca de la frontera alrededor de la colonia Libertad para capturar el exceso de flujo de Tijuana. Bombearía la escorrentía a una nueva planta de tratamiento en las afueras del este de Tijuana y luego a una planta de purificación cerca de la presa Abelardo L. Rodríguez, una presa y un embalse al sur de la ciudad y mucho más río arriba.
El plan significa que el exceso de agua se desviará incluso antes de que cruce la frontera hacia Estados Unidos. Eso es menos flujo que atraviesa los canales de concreto, transportando basura y otros elementos indeseables que plagan las playas del sur de California.
Rubén García Fons, miembro de Comice, quien es un especialista con décadas de experiencia en materia de ingeniería de aguas residuales de Tijuana, apuesta a que el conjunto de tres plantas costaría menos que construir solo una en los Estados Unidos. Por ejemplo, la construcción de la planta de South Bay costó más de 250 millones de dólares hace casi dos décadas.
García Fons estima que todo el proyecto costaría $ 80 millones y capturaría el 80 por ciento del agua no deseada antes de que llegue a la frontera.
“Lo que estamos proponiendo en Tijuana es más barato, más seguro y resuelve el problema del agua”, dijo García Fons.
Hay una salvedad. Aunque el proyecto de Comice puede generar ingresos generando puestos de trabajo, el agua no se puede comprar y vender en México como en el lado estadounidense.
Según la ley mexicana, el Gobierno Federal posee los derechos al agua en nombre del público. Algunos cambios a esa ley en la década de 1990 permitieron al gobierno hacer concesiones u otorgar derechos a partes privadas para brindar servicios de agua, dijo Margaret Wilder, profesora asociada de geografía y ecología política en la Universidad de Arizona.
Pero «con la privatización, las tarifas del agua se dispararon y, en la mayoría de los casos, fracasaron (en México)», dijo Wilder.
García Fons está de acuerdo.
“En nuestra experiencia, (la privatización) no es un negocio transparente”, dijo.
El espíritu de las leyes de agua de México significa que propuestas como la de Comice no pueden prometer el mismo tipo de financiamiento privado que WinWerks puede. En cambio, es probable que el gobierno mexicano deba dar un paso al frente y apoyarlo de alguna manera.
Pero mientras los contratistas privados del lado estadounidense están atentos al presupuesto de $ 300 millones de la EPA para construir una solución de alcantarillado aquí, la EPA aún podría optar por ayudar a pagar un proyecto en el lado mexicano.
García Fons ve el problema de las aguas residuales como un problema de salud pública más que empresarial. No quiere transmitir la contaminación a sus hijos y nietos, dijo García Fons. Pero está claro que puede haber una batalla por delante por el agua marrón.
“Esta agua es mexicana, aunque sucia y contaminada”, dijo García Fons. “Tiene un valor inmenso. Y tenemos que luchar por cada gota ”.
Esta historia fue apoyada por el Pulitzer Center y The Water Desk de la Universidad de Colorado, Boulder. Vicente Calderón de Tijuana Press contribuyó a esta historia.
Voice of San Diego es una organización de noticias sin fines de lucro que expone hechos que las personas en el poder tal vez no deseen que sean conocidas y que explica la complejidad de la política pública local para que fomentar la participación ciudadana y la buena toma de decisiones.
