Tijuana, B.C. | Manuel Becerra Lizardi.- Como es bien sabido, México enfrenta una situación hídrica crítica debido a su ubicación geográfica y a la falta de una gestión integral. Los problemas más visibles son la politización del sector, el desperdicio del recurso, su contaminación y sobreexplotación, así como el crecimiento demográfico. Aunado a ello, los fenómenos climatológicos extremos afectan la actividad humana y la biodiversidad. Por tal motivo, el agua debe ser una prioridad nacional, porque es un elemento de salud y de vida, así como un tema transversal que influye en la población, la industria, el comercio, la energía, el campo y el medio ambiente.
El agua es un sector estratégico y un motor para el desarrollo. En nuestro país, el consumo humano del agua representa sólo 14% del uso total; 77% se utiliza en la agricultura, 4% en la industria y 5% para la generación de energía eléctrica.
Es necesario realizar un cambio en la gestión de los recursos, orientado a la seguridad hídrica en general, con una planeación a largo plazo, a fin de asegurar agua para el consumo humano. En primer lugar debe evaluarse el estado de la infraestructura existente en el contexto de la vulnerabilidad de México frente a los riesgos y daños producidos por fenómenos hidrometeorológicos extremos, sismos y ante la explotación de las diversas fuentes de agua. Urge en el sector de agua un órgano regulador.
Ante la necesidad de utilizar mejores tecnologías y aprender de las experiencias nacionales e internacionales para incrementar la cobertura, mejorar la calidad de los servicios de agua potable y alcantarillado, sanear las aguas residuales y reducir los riesgos de fenómenos hidrometeorológicos así como rehabilitar, tecnificar y ampliar la infraestructura hidroagrícola, se requiere potenciar la inversión pública y privada con diferentes esquemas de asociación. La inversión en infraestructura permite a las regiones ser más eficientes y competitivas.
Y en estos tiempos en que el sector contará con menos recursos, el crecimiento de la infraestructura se torna aun más necesario para abatir los rezagos cada vez mayores. Las propuestas de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) son:
• Promover la reutilización o reciclaje de las aguas residuales tratadas.
• Poner en marcha normas y sanciones para evitar acciones provenientes de la actividad humana y económi- ca que afecten a las fuentes de agua superficial y subterránea.
• Proponer nuevos esquemas, procedimientos y reglas de operación que garanticen la transparencia, la agilidad en la ejecución de las obras y los pagos a empresas constructoras.
• Trabajar conjuntamente en una estrategia para que las micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme) tengan mayor participación en los proyectos hidráulicos, teniendo como prioridad el ordenamiento territorial, la preservación y cuidado del medio ambiente y la calidad del agua.
• Destinar mayores inversiones públicas y privadas para la innovación de técnicas y tecnologías orientadas a la prevención, mitigación o resolución de la problemática.
• Invertir en capacitación y profesionalización del personal, y promover el establecimiento de un servicio civil de carrera que tienda a la ciudadanización de los consejos de administración de los organismos.
• Impulsar que se cambien las reglas de los usuarios del riego tecnificado promoviendo que se modernicen para evitar el derroche del recurso y se pague el consumo real.
• Impulsar la participación de las mipyme por su relevancia socioeconómica, su capacidad de generar empleos y su participación en el crecimiento económico del país.
• Impulsar las asociaciones público-privadas (APP), instrumentos que combinan recursos públicos y privados para alcanzar metas que beneficien a todos los actores.
En razón de lo anterior, el 29 de enero de 2019 se realizó la primera reunión de trabajo entre la CMIC y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en el marco de la cual se firmó un Convenio General de Colaboración Nacional Conagua-CMIC. Estuvieron presentes Blanca Elena Jiménez Cisneros y Óscar Javier Priego Berezaluce, titular de la Conagua y su subdirector general jurídico, respectivamente; por la CMIC, su presidente nacional, Eduardo Ramírez Leal, y el vicepresidente nacional de Infraestructura Hidráulica, Manuel Becerra Lizardi; integrantes del Consejo Consultivo y de la Comisión Ejecutiva y directores del Instituto Tecnológico de la Construcción (ITC), el Instituto de Capacitación de la Industria de la Construcción (ICIC), la Fundación de la Industria de la Construcción (FIC) y el Observatorio de la Construcción (OIC). También acudieron los presidentes, representantes y vicepresidentes del sector infraestructura hidráulica de las 44 delegaciones de la cámara.
En la reunión se realizaron las siguientes actividades:
• Se dio oportunidad a los presidentes de delegación, vicepresidentes del sector hidráulico e integrantes de la Comisión Mixta Nacional Conagua-CMIC de realizar preguntas y exponer la problemática de sus afiliados.
• Se firmó el Convenio de Colaboración, donde se asumieron los siguientes compromisos:
– Instalar la Comisión Mixta Nacional Conagua- CMIC, así como las comisiones mixtas estatales con las direcciones generales de cuenca y locales de la Conagua, con el propósito de agendar reuniones periódicas para resolver de manera local la problemática de los afiliados y que se traten los temas inherentes a cada delegación.
– Mejorar la viabilidad de los proyectos de infraestructura hidráulica y los procesos de ejecución de la Conagua.
– Aumentar la transparencia en los procesos de contratación mediante la colaboración del OIC y del Centro Nacional de Ingeniería de Costos.
– Solicitar la participación de la CMIC en el análisis de la Ley General del Agua y en los decretos para establecer reservas de aguas nacionales superficiales, así como en la propuesta de Ley de Obras Públicas.
– Apoyar en la capacitación a funcionarios y participantes del sector y en la innovación tecnológica a través del ITC, el ICIC y la FIC.
– Apoyar a la Conagua en proteger el derecho humano al agua, el medio ambiente y la sustentabilidad hídrica; en aumentar y mejorar los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento, infraestructura hidroagrícola y atención de emergencias, así como en fortalecer la transparencia y el combate a la corrupción.
– Proponer nuevos esquemas, procedimientos y reglas de operación que garanticen la transparencia, la agilidad en la ejecución de las obras y los pagos a los afiliados.
– Promover que los afiliados participen en los procesos de contratación de la Conagua y que se contrate a las empresas locales afiliadas a la CMIC, ya que son empresas legal y formalmente constituidas que dan certeza al gobierno para la ejecución de las obras.
– Promover proyectos y mantenimiento mediante APP en infraestructura hidráulica obsoleta.
El texto original de esta colaboración se obtuvo de las páginas 42, 43 y 44 de la edición 82 del suplemento: Agua y Saneamiento publicada por la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento de México, A.C. (Aneas), mismo que puede consultarse completo, dando click a la imagen que aparece a continuación.