Ante el interés de sumar esfuerzos por contar con una ciudad más conectada en el que la población pueda transportarse de un lugar a otro, de manera segura y efectiva, Desarrollo Económico e Industrial de Tijuana (DEITAC), realizó el panel “Infraestructura, Seguridad y Transporte: El Reto de Tijuana”.
En estas acciones participaron el presidente de DEITAC, David Mayagoitia Stone; el director de Relaciones Internacionales de Canacintra, Ignacio Calderón Tena; el coordinador de Movilidad del Consejo de Desarrollo de Tijuana, Jorge Gutiérrez el representante de la Sedeti Domingo Ramos y como moderador el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Kurt Honold.
En estos trabajos, los participantes coincidieron en señalar que se requiere de una política pública que promueva el uso de los autobuses del Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT) y de esa manera reducir el uso de autos particulares que transiten ilegalmente en esta ciudad.
El presidente de DEITAC, comentó que en el panel se habló acerca de fortalecer el papel de los organismos empresariales en la agenda pública de acuerdo con el enfoque de sus respectivos sectores, ya que de esa manera se puede trabajar con las autoridades en los proyectos que se requieren para tener un mejor desarrollo.
Afirmó que aunque el organismo que representa se dedica a la promoción de las vocaciones industriales de la región, les preocupa el que cada vez sea más difícil transitar por las calles de la ciudad, pues el no tener un eficiente sistema de transporte impide que lleguen nuevas inversiones.
Mayagoitia Stone indicó que a pesar de que ya se cuenta con la Ruta 1 del Sistema Integral del Transporte de Tijuana (SITT), éste todavía no opera al 100 por ciento, pues han transcurrido ya varios años desde que fue propuesto y no se ha logrado implementar de manera óptima y las consecuencias se reflejan en la lentitud de las vías rápidas.
A su vez, el especialista en movilidad del CDT, Jorge Gutiérrez, aseguró que el problema de la movilidad en Tijuana se debe principalmente a la circulación de miles de autos «chocolates», como se conoce a los vehículos irregulares o no importados; cuya presencia hace que resulten insuficientes las vialidades de esta frontera.
El uso desmedido de este tipo de unidades debe preocupar a las autoridades que regulan el tráfico, a las de control vehicular, a las de atención al ambiente y a las de seguridad, pues se ha sabido de casos donde utilizan estos autos para delinquir.
Por último, reiteró que no habrá éxito para el SITT y no funcionará al 100% como está planeado originalmente, si en el corto plazo no se concientiza a la población acerca del uso del referido programa de ruta troncal y no reduzca el uso del automóvil por el transporte público.